lunes, 28 de septiembre de 2009

REACCIÓN POPULAR-YKUA BOLAÑOS

Los lectores opinan
ABC Digital - Asunción, Paraguay, Sábado 09 de Diciembre de 2006

REACCION POPULAR

Sin intención de justificar los actos de vandalismo en ocasión de la lectura de la sentencia en el juicio contra los responsables de los sucesos del supermercado Ycuá Bolaños, quiero expresar mi solidaridad con las víctimas y familiares. También mi repudio total a la decisión de los jueces, quienes minimizan con su actitud la culpabilidad de los responsables de 400 muertos, 500 heridos y el dolor de los familiares.

Resido en una ciudad de Suiza, y veo los noticieros de los distintos canales de televisión de toda Europa. Todos en sus comentarios resaltan su sorpresa a tan ligera condena por tan relevantes sucesos. “La justicia paraguaya a favor de los ricos”, es uno de los titulares que pude leer y escuchar. También mi enérgica repulsa a la actuación de los encargados del orden público, quienes -a mi parecer- deberían estar alertas para salvaguardar la seguridad de los manifestantes y garantizar la marcha pacífica de los mismos, quienes manifestaban a su vez, su repulsa por la decisión de los jueces, después de dos años de dolor e incertidumbre por la dilación de dicho juicio. Al final, los que deberían velar por el orden público, se lían en una batalla campal contra los que tienen que cuidar. Es una ironía total. El pueblo paga para que le den palos.
Ni mención ha cabido para otros responsables de la tragedia, como Martín Burt o Enrique Riera, quienes en calidad de ex intendente el primero y a su vez intendente en funciones cuando ocurrieron los hechos, el segundo, permitieron con su visto bueno que dicho supermercado tuviera permiso de apertura y que, por ende, supuestamente ofrecía garantías de seguridad para el público asistente, que luego se convertiría en una trampa mortal para las víctimas.
Entiendo que toda la población paraguaya está harta. De esta manera pierde la serenidad de la espera estéril y sale a la calle a manifestar su dolor y frustración. Es un toque de atención a tener en cuenta y un punto de reflexión para los que subestiman la dignidad popular. La manifestación popular es una reacción natural al sentirse indefenso el pueblo, y solo en la calle su clamor reivindica justicia por la dignidad pisoteada.

Rubén Domínguez Alvarenga

No hay comentarios:

Publicar un comentario