Como ayer, juntos con los casadeños
BOTELLA AL MAR | Sábado, 08 de Agosto de 2009
Por José Nicolás Morínigo A. |
"El pueblo de Puerto Casado fue haciéndose a golpes de hacha. Creciendo en la intrépida faena que se realizaba en los aserraderos o en el duro trabajo de sacarle el alma al quebracho. Ese pueblo no se rinde, ni se entrega .Nunca han podido doblegarle los amos de la tierra, los amos del dinero que trafican con la intriga y la mentira."
Por la ley 2.730 /05 se expropiaron 52.694 ha de las tierras que compró la empresa Atenil de la empresa Carlos Casado SA el 28 de septiembre de 2000. Carlos Casado del Alisal, radicado en Rosario, Rca. Argentina, estaba ligado a la banca de la región y al capital de origen inglés. El artículo 9º del Decreto de la Ley de Venta de Tierras Públicas del 20 de agosto de 1885 establecía que: "Ningún interesado podrá adquirir del Estado en cada zona del Chaco más de un lote por sí, ni por interpósita persona. Las solicitudes que comprendan una mayor extensión de las designadas quedan reducidas a un solo lote". Sin embargo, si bien la primera compra la hace Francisco Morra el 9 de diciembre de 1885, Carlos Palacios lo adquiere el 21 de diciembre de 1885 en segunda compra y el 8 de enero de 1886, lo compró Carlos Casado. El lugar de la compra es Rosario (Argentina), en donde residía, ¿será por cualidad? Carlos Casado del Alisal. Así, en el libro editado por el Equipo Nacional de Misiones de la CEP en el año 1986 aparecen 11 casos semejantes. Por eso, es necesario hacer un análisis riguroso y serio sobre la extensión de las tierras adquiridas por la Empresa Atenil y su vinculación legal y seria con la secta Moon.
El pueblo de Puerto Casado está históricamente vinculado con esas tierras. En una entrevista que realizamos al padre Zíslao Ksiazek para el libro "Puerto Casado: Verbo e imagen de la dignidad" expresa: "Recuerdo con emoción la huelga del año 1991, cuando Carlos Casado ya no tenía ningún interés... el conocimiento de la venta sin participación alguna del pueblo impulsó nuevamente la tradicional rebeldía de los hacheros". Y dice con profundo sentimiento humano: "La población de Puerto Casado está arraigada en el lugar. Familias, y no pocas, habían estado viviendo allí desde fines del siglo XIX, comienzos del XX, y sus nietos y bisnietos siguen en el lugar, ahora adultos".
Hace tiempo, en el mismo libro, escribí en un breve artículo que lleva por título: "Por quién doblan las campanas", haciendo referencia a la novela de Hemingway. En ese artículo, recordaba mi visita al campanario de la iglesia de Puerto Casado y decía:
"En la cobriza superficie (de la campana) están grabados los nombres de los casadeños muertos por defender "su" tierra, que paradójicamente no les pertenece y citaba, siguiendo a Hemingway: "Nadie es una isla en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra... por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."
Sé que en Puerto Casado rebrota la violencia, pero también tengo plena conciencia de que, si bien desde su origen toda la transferencia de la tierra ha sido engañosa, nadie seriamente puede discutir que la expropiación de las 52.000 ha fue legítima y legal, por eso nos preguntamos: ¿Qué pasa con el periodo en donde tenía plena y absoluta legalidad y legitimidad la ley? Es necesario buscar una salida racional y respetuosa de los derechos ganados por los pobladores de Puerto Casado, tierra de la dignidad de la patria.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario