lunes, 28 de septiembre de 2009

HIJOS DE EMIGRANTES

HIJOS DE EMIGRANTES


Teniendo en cuenta la situación de los emigrantes en busca de un futuro mejor, quienes se encuentran con la dura realidad del desarraigo., la adaptación a las distintas costumbres y culturas de los países receptores, hacen que la factura a pagar por tamaño sacrificio sea muy cara.
En los EE.UU. por ejemplo hay muchos compatriotas que económicamente tienen una situación bastante relajada, hasta diría envidiable. Cumplen con sus expectativas de envíos de remesas puntualmente, invierten en su país de origen soñando volver, se compran hasta dos o tres coches por familia, tienen carta de crédito, sus hijos van al colegio (algunos van a la universidad), en síntesis podríamos decir que se organizan impecablemente.
Pero, se encuentran con un problema que por estar ilegales la mayoría (sin autorización de residencia y permiso de trabajo), no pueden salir del país a menos que corran el riesgo de no poder volver a entrar en los EE.UU. En ese caso diríamos que se encuentran como en una prisión, como en una jaula de oro, pero como dice una canción mexicana, “aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión”.
Están condenados a una ausencia de su país de origen por muchos años, al retornar generalmente se vuelven a sentirse extranjeros en su propia casa, incomprendidos y a veces intolerantes ante la forma de vida que lleva la familia y su entorno. Su reintegración se vuelve muy difícil.
Lo que mas duele de todo esto, aparte de que uno no pueda entrar o salir libremente al país donde se emigra, es que los hijos que nacen en otras tierras no puedan acceder a la educación y cultura de sus padres. Acuden a los centros de educación del país donde viven, y como en el caso de Paraguay, los gobiernos pasados, nunca previeron un programa de educación de sus compatriotas en el exterior, de esto se ven afectados todos los paraguayos, incluidos los hijos de representantes diplomáticos.
Creo que en realidad, toda America Latina adolece de esta misma desidia. Creo que el único país de habla hispana que se preocupa de sus compatriotas y que cuentan con un presupuesto para su educación en el exterior es, España. Si me equivoco, pido disculpas y a la vez me congratularía saber que existen otros países que se preocupan de la educación de sus compatriotas en el extranjero.
Los hijos de paraguayos nacidos en el exterior están condenados a ser apátridas. Se formarán como nacionales del país donde estudian, pero serán tratados como extranjeros. Ya sea por el color de la piel o porque sus apellidos delatan su origen.
Están condenados a no ser paraguayos, y mucho me temo de que tampoco serán considerados Europeos o Americanos del Norte a pesar de sus respectivas ciudadanías, hablaran el castellano y algunas palabras en Guarani, pero a menos que los padres sean docentes y tengan el tiempo necesario para ocuparse de una docencia alternativa a la escuela regular a que asiste su hijo, no tendrán ninguna oportunidad de ser paraguayos sabedores de su historia, cultura y costumbres. Talvez a lo máximo que puede llegar es: a hablar el castellano con acento dominicano, chileno, mexicano, español o con acento alemán o francés (en el caso de los que habitan en Europa) y/o argentino como existen millones en este momento.
Hay algunos casos de hijos Suizos Alemanes, Menonita o Frances, que han tenido que emigrar del Paraguay para continuar sus estudios universitarios o formación profesional en el país de origen de sus padres, y grande es la diferencia en la formación académica de esta gente, quienes se sienten muy PARAGUAYOS, hablan el Guarani muy fluido, el castellano con acento alemán o Frances. Pero éstos en cambio vemos, que al seguir el programa de estudios en el Paraguay, conservan su amor a la tierra que los vio nacer sin sentirse extranjeros en el de sus orígenes pues, también han seguido un programa de estudios en las distintas escuelas que estos países ponen a disposición de sus compatriotas en el extranjero.
Teniendo en cuenta nuestra realidad y riqueza cultural como país bilingüe, el Ministerio de Educación y Cultura, así como el Ministerio de la Niñez y la adolescencia, y por que no el Ministerio de Relaciones Exteriores, deberían contemplar seriamente un programa de educación (por lo menos primaria) para los hijos de compatriotas migrantes al extranjero. Sentar en el presupuesto general del Estado el rubro correspondiente para este menester, y creo que debería tomarse seriamente esta posibilidad siendo que el emigrante es uno de los grandes contribuyentes a la economía nacional con sus remesas, que hoy día llegan a seiscientos millones de dólares americanos anuales.
Esto talvez podría ponerse en practica en las embajadas o consulados paraguayos de las distintas capitales donde estamos representados, nombrando profesionales educadores bilingües como agregados culturales.
Con una o dos veces a la semana, coordinando con el programa de estudio local seria factible y de mucha ayuda. Esto propiciaría también una utilidad y actividad educativa directa a favor de los ciudadanos paraguayos y sus hijos en el extranjero.
Teniendo en cuenta que el paraguayo mayor de edad, impedido injustamente en su derecho a participar en las elecciones, tanto municipales y nacionales, también sus hijos menores nacidos en el extranjero, sufren las consecuencias de la mayor de las injusticias, conocer y educarse en la historia de su origen como ser humano.
Conocedor de su raíz el niño paraguayo en el extranjero, tendría más posibilidades de integrarse en cualquier sociedad del mundo sin complejos, y continuar sus estudios secundarios y universitarios sin perder el hilo de su propia evolución.
Y si en el caso de que los padres decidan volver al Paraguay, contarían con la ventaja de que los hijos no estuvieron ausentes culturalmente de sus orígenes.
La reintegración a la sociedad paraguaya seria por ende mucho más fácil.
El 20 de abril del 2008, el pueblo paraguayo ha decidido valientemente por el cambio. Los emigrantes han tenido mucha influencia y han roto con el bloqueo de la injusticia constitucional que en el 1992 los exilió doblemente sin el derecho a voto, con una campaña ardua que empezara en EE.UU. y luego se extendió por todo el mundo donde hubiera un paraguayo, “Tu remesa vale un voto”.
Esta campaña ha hecho comprender al fin a los familiares que solamente el cambio de sistema haría volver a los ausentes, y no fue tanto los tradicionales partidos políticos quienes hicieron posible el triunfo del pueblo paraguayo, como algunos quieren hacernos creer.
Es más, creo que los impedimentos y últimas zancadillas que estamos notando, son obras de correligionarios de aquellos partidos y algunas grandes empresas que siempre estuvieron a disposición de influencias extranjeras y no asumen hasta ahora la necesidad de cambio para el pueblo en general. Siempre priorizan sus intereses personales.
Por esto, y por lo primero referente a los emigrantes, es urgente la necesidad de programar y organizar dentro del programa de cambios, la recuperación, preservación y promoción de nuestra cultura autóctona.
Se que después de décadas de conspiración contra el pueblo paraguayo, queriendo atrofiar su capacidad cultural, al fin la oscuridad se esclarecerá por la luz de la sabiduría popular.
Si exportamos algo desde el Paraguay, aparte de nuestros productos tradicionales, ojala que a partir de este gobierno empecemos también a exportar cultura, desde nuestra casa para el mundo. Es nuestra mejor tarjeta de identidad para orgullo nuestro y herencia a nuestros hijos. El derecho a la educación de los niños es derecho constitucional y es DERECHO HUMANO.

(Constitución Nacional
ARTICULO 76 - DE LAS OBLIGACIONES DEL ESTADO
La educación escolar básica es obligatoria. En las escuelas públicas tendrá carácter gratuito. El Estado fomentará la enseñanza media, técnica, agropecuaria, industrial y la superior o universitaria, así como la investigación científica y tecnológica.
La organización del sistema educativo es responsabilidad esencial del Estado, con la participación de las distintas comunidades educativas. Este sistema abarcará a los sectores públicos y privados, así como al ámbito escolar y extraescolar.
ARTICULO 77 - DE LA ENSEÑANZA EN LENGUA MATERNA
La enseñanza en los comienzos del proceso escolar se realizará en la lengua oficial materna del educando. Se instruirá asimismo en el conocimiento y en el empleo de ambos idiomas oficiales de la República
En el caso de las minorías étnicas cuya lengua materna no sea el guaraní, se podrá elegir uno de los dos idiomas oficiales.)


Rubén Domínguez Alvarenga
30-noviembre del 2008
Neuchâtel-Suiza
E-mail:rubendominguez99@hotmail.com

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